Se desarrolló la jornada inicial del Primer Simposio de la Cadena triguera en la Chacra de Barrow, y los organizadores y participantes destacaron la multiplicidad de voces y temas abordados como la mayor fortaleza del encuentro. Mañana el evento continúa con actividad por la mañana y por la tarde
El Primer Simposio de la Cadena de Trigo tuvo su jornada inicial en la Chacra Experimental Integrada Barrow, en la que se abordaron distintas cuestiones productivas, de manejo y cosecha y poscosecha, y también un interesante espacio de debate a partir de los distintos temas propuestos en las diferentes charlas. También se concretó, cerca del mediodía, la inauguración del evento, con la presencia del ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez; y del intendente interino, Adolfo Olivera.

Al momento de dar las palabras de bienvenida y de dejar inaugurado el simposio, la ingeniera Natalia Carrasco, directora de la Chacra de Barrow, indicó que la idea del evento era “poner en valor la cadena de trigo que tanto representa a nuestra región, poner en valor también cada uno de los eslabones de esa cadena, ver qué puede estar pasando, cómo se puede mejorar, qué es lo que necesitamos cambiar para ser más competitivos”.
Un camino similar recorrió el ministro Rodríguez a su turno: “Desde la Provincia tenemos una mirada integral y este simposio también la tiene. Porque va desde la semilla, a las prácticas agronómicas, a la cosecha y post cosecha, a la industrialización y al agregado de valor, a la calidad de los productos finales y al mercado en general”.
Y agregó: “Nosotros también podemos acompañar con las herramientas propias de la Provincia en esas distintas etapas. Son fundamentales la ciencia y la tecnología para el productor, también es clave el financiamiento, por eso el Banco Provincia volvió a anunciar líneas de financiamiento a tasas realmente muy interesantes”.

Luego completó: “También es clave producir de manera sustentable. En la provincia de Buenos Aires hay un plan de Buenas Prácticas Agrícolas que brinda, además de la certificación, la posibilidad de un retorno económico al productor que cumple con esas buenas prácticas agrícolas. Y otro elemento tiene que ver con la calidad del trigo producido. Ahí surge otro desafío para abordar en conjunto, que es cómo mejorar la calidad y principalmente cómo se ve recompensada en los precios. Nosotros desde hace cuatro años que arrancamos con el Programa de Calidad de Trigo, haciendo los primeros mapas provinciales, creo que es una buena herramienta”.
Ese abordaje integral planteado como eje del simposio, tiene estricta relación con los organizadores y coorganizadores que lo hicieron posible. Porque se trata de entidades que representan a todos los actores del ecosistema triguero: la Chacra Experimental Integrada Barrow, el INTA, el Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense, el Centro Regional de Ingenieros Agrónomos de Tres Arroyos, la Universidad Nacional del Sur, la Universidad Nacional de Mar del Plata, la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de Buenos Aires y ArgenTrigo.

“El simposio está armado para pensar durante estos dos días en qué podemos mejorar para que el bien de esta cadena de trigo. Y también para que los distintos actores que la conforman se conozcan y entiendan qué necesidades tiene cada eslabón”, explicó Carrasco en charla con La Voz del Pueblo.
También hubo espacio para el reconocimiento y la emoción, que en este caso tuvo que ver con la entrega de una plaqueta por parte del Centro Regional de Ingenieros Agrónomos de Tres Arroyos al ingeniero Hugo Néstor Savio por el aporte que hizo en sus 30 años de trayectoria en el mejoramiento del cultivo de cebada.
A campo
Dentro de ese contexto, el eje de la primera jornada del Simposio giró en torno a las cuestiones relacionadas al cultivo en materia de producción, la mirada adentro del lote podría decirse. Así hubo disertaciones de genetistas y mejoradores de semilleros privados y del INTA, de especialistas en malezas (asesores privados y del INTA) y enfermedades, de referentes en agricultura regenerativa y de cosecha y postcosecha. Destacándose, el nivel de las presentaciones y, sobre todo, el respeto a los tiempos establecidos (20 minutos cada una), lo que permitió completar y, sobre todo, hacer llevadero un programa muy nutrido.
También hubo un espacio para preguntas, en el que la mayoría de los disertantes pasaron al frente y respondieron todas las inquietudes que fueron haciendo los presentes en la Chacra como quienes estaban siguiendo el simposio vía Youtube a través de un QR. Muy buena idea, porque le dio agilidad y variedad a la interacción entre los especialistas y el público.
Tranqueras afuera
El segundo día del Simposio arrancará a las 8.30, y como la de hoy será una doble jornada. El eje, en este caso, tendrá que ver con lo que pasa una vez que el grano ya deja el campo. “Se va a apuntar a distintas cuestiones que ocurren más allá del campo. Porque justamente estamos teniendo muchas demandas en el sector de varias temáticas. Por ejemplo la calidad del trigo, la panificación, los distintos consumos que van surgiendo de las harinas y sus derivados, también se abordará la ley de semillas, y tocaremos además las perspectivas climáticas y el mercado”, indicó Carrasco.


Así es que luego de los paneles de calidad y transformaciones y usos del trigo que se desarrollarán por la mañana, en horas de la tarde de mañana será el turno de la Ley de Semillas, del clima, para cerrar con la presentación del economista Carlos Seggiaro.
Al igual que en la primera jornada, la entrada es libre y gratuita y será transmitida por el canal de YouTube del INTA.