El año pasado el trigo no tuvo un patrón

El mapa oficial de rendimiento de la campaña 2024/25 evidencia que la distribución geográfica de los aumentos y pérdidas de rendimiento “no tuvo un patrón muy definido”. Los ingenieros Pablo Abbate y Carlos Cabral Farías, del INTA Balcarce, reunieron los datos y obtuvieron la radiografía que dejó la última cosecha

A días de ponerse en marcha la nueva campaña triguera, los Ingenieros del INTA Balcarce, Pablo Abbate y Carlos Cabral Farías publicaron la radiografía que dejó la última cosecha a partir del análisis del rinde registrado en los 258 partidos y departamentos en los que se sembró el cereal. Cifras al margen, la conclusión más potente que dejó el trabajo es que no hubo un patrón determinante para explicar el comportamiento del cereal al tener una mirada regional.

“Merece destacarse que a nivel nacional hubo un aumento de rinde promedio de todos los Departamentos y Partidos (DyP) de 2,8% (respecto a la media de las últimas cinco campañas), siendo un valor más favorable que el de las campañas: 2,4% para la 2023/24 y -25% para la 2022/23”, explican los Ingenieros, que se sirven de los datos publicados por la Dirección de Estimaciones Agrícolas de la Secretaría Agricultura de la Nación para realizar el análisis.

“Este aumento general integra grandes diferencias de aumento o pérdida de rendimiento entre DYP”, aclaran.

Para luego detallar: “De los 258 DYP evaluados, 162 presentaron un aumento de rendimiento igual o mayor a cero y 96 presentaron pérdida de rendimiento. Entre los DYP con aumento, 69 DYP tuvieron un aumento entre 0 y 10%, 60 DYP tuvieron un aumento entre 10 y 20% y 33 DYP registraron un aumento mayor al 20%. En cuanto a los DYP con pérdida de rendimiento, 44 mostraron una disminución menor o igual al 10%, 22 DYP presentaron una disminución entre 10 y 20% mientras que 30 DYP experimentaron una pérdida mayor al 20%”.

Las diferencias de rendimiento, en tanto, no evidenciaron causas definidas a la hora de comparar zonas y regiones. “Respecto de la distribución geográfica de los aumentos y pérdidas de rendimiento, se observa que no hubo un patrón geográfico muy definido”, marcan Abbate y Cabral Farías.

“No obstante, los tres mayores aumentos se registraron en el este de la provincia de Formosa, con incrementos de hasta un 70%. Le siguen el partido de Bahía Blanca y aledaños, en la provincia de Buenos Aires, con aumentos de hasta un 48%, y el departamento de Ischilín, en el norte de Córdoba, con un 38%”.

Por su parte, las tres mayores pérdidas de rendimiento se registraron en la provincia de Santiago del Estero, “con reducciones de hasta un 50% en los departamentos de Banda, Capital, Robles y Silípica. Otro foco de pérdidas se localizó en el norte de la provincia de La Pampa, con disminuciones superiores al 40% en los departamentos de Rancul y Trenel. Asimismo, el departamento de Vera, en el norte de Santa Fe, presentó pérdidas del 35%”.

En la provincia de Buenos Aires, principal productora de trigo del país, las mayores reducciones se observaron en los partidos de Pehuajó y Coronel Pringles, con pérdidas del 12%.

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